La pandemia del coronavirus sigue su camino infernal por el
mundo a un año de su descubrimiento y hace añicos la salud de todos los
sectores, incluido el de los medios de comunicación.
La aguda crisis de salud acelera el declive de los periódicos
impresos, lo cual impacta aún más en los balances de muchas empresas de medios alguna
vez orgullosas e independientes.
Este año las páginas que analizan cada país están repletas de
historias sobre despidos de periodistas, mientras los anunciantes se asustan
frente a la recesión económica mundial.
La crisis ha acelerado nuevos modelos de negocios como la
suscripción y la membresía, tal como documentamos en este informe, pero en la
mayoría de los casos todavía ni siquiera se acerca a compensar los ingresos
perdidos.
Y sin embargo la crisis también ha mostrado el valor de la
información rigurosa y fiable cuando hay vidas en juego.
En varios países vemos a las audiencias volcándose hacia las
marcas confiables y atribuyendo mayor confianza a los medios en general.
La diferencia entre “los mejores y el resto” ha crecido, al
igual que la brecha de confianza entre los medios y las redes sociales. Por
supuesto, estas tendencias no son universales y el informe (Digital News Report)
de este año también expone preocupantes desigualdades tanto en consumo como en
confianza: jóvenes, mujeres, personas de minorías étnicas y partidarios
políticos a menudo se sienten menos representados de forma justa en los medios.
El ataque al Capitolio de EU y la difusión global de
información falsa y de teorías conspirativas sobre el coronavirus han puesto el
foco aún más si cabe en las fuentes con las que se informa la fuente, por lo
que este año hemos emprendido una investigación detallada para comprender el
papel que desempeñan las redes sociales en el consumo y las complejas formas en
que son usadas para diseminar información engañosa y falsa por todo el mundo.
Esta décima edición de nuestro Digital News Report, con datos
de seis continentes y 46 mercados, pretende arrojar luz sobre los asuntos clave
que afronta el sector en una época de profunda incertidumbre y veloces cambios.
Nuestra muestra se ha hecho más global. Incluye por primera
vez a la India, Indonesia, Tailandia, Nigeria, Colombia y Perú, y proporciona
una comprensión más acabada sobre cómo funciona el ecosistema informativo fuera
de Estados Unidos y Europa.
Hemos procurado nuevas formas de reflejar esto, pero
reconocemos que ciertas comparaciones serán menos significativas debido a las
diferencias en cuanto a la penetración de internet y a la educación. El
panorama general se recoge en este resumen ejecutivo.
Estos son algunos de los hallazgos más importantes de nuestra
investigación en 2021:
La confianza en las noticias se ha incrementado, en promedio,
seis puntos porcentuales con la pandemia: el 44% de nuestra muestra total dice
que confía en la mayoría de las noticias la mayor parte del tiempo.
En alguna medida, esto compensa recientes caídas en el
promedio de confianza y se recuperan los niveles de 2018. Finlandia se mantiene
como el país con la confianza más alta (65%) y Estados Unidos posee la cifra
más baja: 29%.
En este año ha permanecido estable la confianza en las
noticias halladas en motores de búsqueda y en redes sociales. Esto implica que
se ha incrementado la brecha de confianza entre las noticias en general y las
que se encuentran en entornos de agregación: las audiencias parecen dar más
importancia a las fuentes rigurosas y fiables.
En algunos países, y sobre todo en aquéllos que tienen medios
públicos fuertes e independientes, hemos visto un aumento en el consumo de
marcas informativas confiables.
El patrón resulta menos claro fuera de la Europa occidental,
en países donde la crisis del coronavirus ha dominado menos la agenda mediática
o allí donde otros asuntos políticos y sociales han tenido un rol más
protagonista.
Las noticias por televisión han sostenido un sólido
rendimiento en algunos países mientras los periódicos han sufrido una caída aún
más brusca en casi todas partes, ya que los confinamientos afectaron la
distribución física, y de este modo han acelerado el cambio hacia un futuro
completamente digital.
Si bien muchas personas permanecen muy conectadas con la
información, detectamos indicios de que otras se alejan de los medios y en
ciertos casos directamente evitan las noticias. El interés ha descendido de
forma pronunciada en Estados Unidos tras la elección del presidente Biden, en
especial entre los grupos de derechas.
Se percibe que los medios representan de forma menos justa a
jóvenes, mujeres, partidarios políticos y personas de minorías étnicas. Estos
hallazgos harán más urgente la llamada de quienes vienen planteando la
necesidad de crear redacciones más diversas e inclusivas.
A pesar de que hay más opciones para leer y ver noticias
partidistas, la mayoría de nuestros encuestados (74%) siguen prefiriendo las
noticias que reflejan un abanico de puntos de vista y permiten que ellos
decidan por sí mismos qué deben pensar.
Un porcentaje alto (66%) cree que los medios deberían tratar
de ser neutrales en todos los temas, aunque algunos grupos más jóvenes piensan
que la “imparcialidad” puede no ser apropiada o deseable en ciertos casos: por
ejemplo, en asuntos de justicia social.
Se mantiene fuerte el uso de redes sociales para consumir
noticias, sobre todo entre los jóvenes y quienes poseen niveles educativos más
bajos. Las aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram se han vuelto
especialmente populares en el Sur Global, lo cual ha generado más inquietud en
torno a la propagación de desinformación sobre el coronavirus.
La preocupación global por la información falsa y engañosa ha
crecido ligeramente este año y va desde un 82% en Brasil a sólo un 37% en
Alemania. Los usuarios de redes sociales son más propensos a decir que han
estado expuestos a desinformación sobre el coronavirus que quienes no son
usuarios.
En casi todas partes se percibe a Facebook como el canal
principal de diseminación de información falsa, aunque las aplicaciones de
mensajería como WhatsApp se consideran un problema mayor en lugares del Sur
Global como Brasil e Indonesia.
Nuestros datos indican que medios y periodistas
convencionales concentran la mayor parte de la atención alrededor de las
noticias tanto en Facebook como en Twitter, pero son eclipsados por influencers
y fuentes alternativas en redes como TikTok, Snapchat e Instagram. TikTok ahora
llega a una cuarta parte (24%) de los menores de 35 años, un 7% utiliza la
plataforma para las noticias y la mayor penetración ocurre en lugares de
Latinoamérica y Asia.
Profundamente
conectados, han adoptado las nuevas redes como Instagram y TikTok para
entretenerse y distraerse y para expresar su furia política, pero también para
contar sus propias historias, a su manera. Atraer a estas audiencias resulta un
reto para los medios, en su mayoría integrados por periodistas que consumen
noticias de forma completamente diferente.
Esta décima edición del Digital News Report llega en un
momento de inmenso desafío para la industria periodística. Año tras año hemos
sido testigos de la transformación hacia un consumo más digital, social y
móvil, que poco a poco ha ido socavando los modelos de negocio y la confianza
de varios medios.
Ahora, el impacto del COVID-19, combinado con la aceleración
del cambio tecnológico, mueve todo hacia un punto crítico y obliga a una
reflexión más esencial sobre cómo debe funcionar el periodismo en la próxima
década: como negocio, en términos de tecnología, pero también como profesión.
Multimedios Ámbar
Al pie del Cañón
RunRún
Fuente: Digital News Report
Edición: Juan Balboa
30 junio 2021.
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