Así nació y fue La Jornada en
sus primeros 15 años
Juan Balboa
Ciudad de México, 1mayo2015.-En
una reunión de iguales -lo mismo empresarios que obreros; estudiantes que escritores-,
plural y masiva, se presentó a la sociedad mexicana un nuevo diario cuyo nombre
sería La Jornada.
Era la noche del 29
de febrero de 1984 cuando unas 5 mil personas abarrotaron el Hotel de México
(hoy World Trade Center) para conocer una nueva propuesta periodística, cuya
primera edición habría de conocerse siete meses después: el 19 de septiembre de
1984.
Desde su
presentación pública, La Jornada logró combinar una estrecha e inusual relación
entre periodistas, escritores y lectores; se propuso, y lo logró en los primeros
15 años, estimular la relación con los lectores, sin intermediarios, y despertó
un afecto social pocas veces vistos en el lanzamiento de un medio de
comunicación: la solidaridad.
La Jornada nace
como una opción de comunicación ante la consolidación de la derecha en los
medios de comunicación, la comercialización de la información y la embestida
del conservadurismo ideológico en la vida política de México.
El ex rector de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Pablo González Casanova, aseguró
ante los más de 5 mil asistentes -entre ellos Gabriel García Márquez, quien no
hizo valer su celebridad para evitar la larga fila para comprar un boleto- la
noche del lanzamiento de La Jornada:
"No aceptamos
el optimismo autoritario ni la esperanza sin pensamiento crítico. La voluntad
nacional es necesaria, y para ser efectiva tiene que ser lúcida. No aceptamos
que con la claridad cunda el desánimo. Eso sólo lo sostienen quienes no quieren
claridad."
La directora
general de La Jornada, la periodista Carmen Lira Saade, recuerda así el camino
recorrido por el diario: "Las transformaciones nacionales han sido tan
vertiginosas y abundantes en estas dos décadas que no es fácil recordar la vida
política del país en 1984, el año que nació La Jornada.
“No había por
entonces en el país -salvo las excepciones de Proceso, UnomásUno y algunas publicaciones marginales- medios
realmente independientes del poder. Una red de complicidades, sumisiones y conveniencias,
hacía de la prensa una parte orgánica del régimen".
Nuestro único
activo, subraya Carmen Lira, era una línea ética y editorial bien definida, un
público dispuesto a darnos un anticipo de confianza y algunos recursos
materiales para sufragar el arranque del nuevo diario. La Jornada, concluye la
directora Carmen Lira, ha ejercido un periodismo crítico pero responsable, y ha
reconocido los aciertos gubernamentales.
Así fue La Jornada
Era un diario que
combinaba la información, las herramientas de los géneros periodísticos con la
opinión y la reflexión profunda sobre los y temas de la agenda nacional. En sus
primeros 15 años, La Jornada registraba, examinaba con sumo cuidado el
movimiento de la sociedad civil, la realidad diaria y anónima de personas y
sectores de la sociedad mexicana, latinoamericana y mundial. Era un medio
impreso que daba voz a quienes no la tenían. Fue un periódico moderno y plural,
abierto en lo ideológico y en lo político.
La Jornada convocaba
a las nuevas corrientes de opinión que surgían en el medio político y
periodístico, de las agrupaciones sociales, del mosaico intelectual y de los
centros de investigación especializados.
Un periódico atento
a los procesos que marcan la realidad diaria del país y las condiciones
internacionales que lo determinan, teniendo como base fundamental el
profesionalismo en la transmisión de la noticia, el estilo literario para
redactar el reportaje o la crónica y el dato exacto o contundente en los
artículos de opinión y en sus editoriales.
En su equipo de colaboradores había puras estrellas de la intelectualidad y la literatura del momento en México y la América Latina. De Gabriel García Márquez pasando por Eduardo Galeano, Carlos Fuentes, Héctor Aguilar Camín y Fernando Benítez, por mencionar algunos. El cuerpo de reporteros era de lo mejor que había en los medios impresos mexicanos.
Así fue La Jornada
en los primeros 15 años de su vida periodística. CVV.
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