René González, uno de los cinco cubanos presos en Estados Unidos acusados de espiar para el gobierno de La Habana, obtendrá su libertar el próximo viernes 7 de octubre después de 13 años de permanecer preso en la cárcel de Marianna, Florida.
Pero no obtendrá su libertad absoluta porque la jueza Joan Lenard, del Distrito Sur de la Florida, le prohibió al cubano viajar de regreso a Cuba y le ordeno permanecer tres años en La Florida –la ciudad con más ciudadanos cubanos en el exterior, la mayoría opositora al gobierno de los hermanos Castro- de libertad supervisada por haber nacido en Estados Unidos.
El pasado 16 de septiembre la jueza rechazó la moción presentada por González, en la que solicita se le permitiera viajar a Cuba y residir allí, en lugar de cumplir los tres años de libertad supervisada en territorio estadounidense.
“Negarle a René González, uno de los cinco antiterroristas cubanos prisioneros en Estados Unidos, el derecho de reunirse con su familia después de cumplir su condena es una decisión sin precedentes en Estados Unidos”, reaccionó de inmediato el abogado Richard Klugh, jurista integrante del equipo de la defensa de los cinco cubanos.
“No tengo conocimiento de ningún otro caso en la historia estadounidense en el que a un reo, luego de completar totalmente su condena le nieguen el derecho de regresar a su país para reunirse con su familia”, dijo tajante el abogado.
El turbio proceso jurídico de René González Sehwerert, sentenciado a 15 años de prisión, está lleno de irregularidades desde su inicio.
Pero es la misma historia de los otros cuatro cubanos acusados de espía y sentenciado a largos años de cárcel: Gerardo Hernández Nordelo, fue sentenciado a dos cadenas perpetuas; Antonio Guerrero Rodríguez y Ramón Labañino Salazar, con una cadena perpetua cada uno; y Fernando González Llort sentenciado a 19 años de cárcel.
En varias ocasiones he entrevistado a varios de los familiares de los cinco cubanos presos en el país del norte. Nunca han tenido duda de que sus esposos o hijos están “presos por una decisión política” del gobierno que presidía George W. Bush.
Rosa Aurora Freijanes, esposa de Fernando González Llort, asegura en entrevista que su esposo “no es ningún terrorista, él simplemente alertaba al gobierno cubano y estadounidenses de atentados planificados por los cubanos que viven en Miami”.
Olga Salanueva, esposa de René González
Olga Salanueva, esposa de René González Sehwerert, asegura que su esposo se encuentra presos por una decisión injusta del ex presidente Bush y de los cubanos que radican a la Florida.
“Están presos por la decisión de Estados Unidos de encarcelarlos a ellos aun sabiendo que no constituían ninguna amenaza”, señala esta mujer que hace ocho años no ha podido visitar a su esposo porque se le ha negado la autorización para viajar a territorio estadounidense.
Si de verdad Estados Unidos está interesado por una guerra contra el terrorismo, agrega, debería empezar en Miami, donde hay grupos de terroristas que andan sembrado terror y viven libres en las calles de la Florida.
Elizabeth Palmeiro, esposa de Ramón Labañino Salazar, está también de acuerdo en que sus esposos se encuentran en una encrucijada política, pero su mayor esperanza, dice, lo tiene en el movimiento de solidaridad internacional que mantienen los familiares y el propio gobierno cubano en varios países.
“Todo dependerá del movimiento solidario para que (Barack) Obama tome la decisión de ponerlos en libertad, confiamos más en eso porque ya no creemos en el sistema legal de Estados Unidos. Nosotros reclamamos justicia, simplemente que se aplique la ley”, afirmó en la entrevista.
Abundó: “Desde el principio el gobierno de Bush dio la orden de no hacer justicia. Le pedimos a Obama que respete la ley, que haga justicia con apego a la ley”.
Magali Llort, madre de Fernando González Llot, interviene en la conversación simplemente para aclara que todos los familiares esperan que pronto los cinco cubanos sean liberados.
El gobierno de Estados Unidos ha prohibido a dos de las esposas de los presos visitarlos en las cárceles. El caso extremo es el de Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández.
Ella ha solicitado once veces visa para visitar a su esposo. Desde su arresto el 12 de septiembre de 1998 no ha podido verlo. En el año 2002 le otorgaron una visa pero fue detenida durante once horas en el aeropuerto de Houston, Texas, para posteriormente ser deportada a Cuba
El expediente de los cinco cubanos lo integran 119 volúmenes de testimonios y 20 mil páginas de documentos.
El abogado cubano Roberto González, hermano de René, explica que las acciones que no favorecen a los acusados sino que los perjudican, que van contra las costumbres, contra lo normal, contra lo general, “evidentemente son acciones políticas, no legales”.
“Ha estado (René) todos estos años sin ver a su esposa por ejercer el derecho a defenderse, que es un derecho constitucional, porque en el acuerdo inicial que le propusieron debía reconocer culpabilidad para no ir a juicio, y ya estuviera en libertad, hace mucho tiempo, si hubiera firmado el acuerdo.
“Pero él dijo que iba a juicio. Debía reconocer una cosa que no había hecho, decir que estaba cometiendo un delito contra los Estados Unidos.
“La sentencia de René no debió ser nunca de 15 años de privación de libertad. A él lo sancionan por dos delitos: ser agente de un Estado extranjero sin notificarlo al Fiscal General de los Estados Unidos, ante lo cual defendimos al acusado con la teoría de la justificación y necesidad para la lucha contra el terrorismo, algo que la Corte no aceptó. El otro delito es de conspiración, consistente en haberse puesto de acuerdo con alguien para cometer un delito contra los Estados Unidos.
“René se puso de acuerdo con el Gobierno de Cuba para ser un agente del Estado cubano, sin decírselo al Fiscal General. Ese es el delito: no decírselo al Fiscal General, solo que si se lo decía no hubiera descubierto un solo hecho contra Cuba por estar tratando de descubrir acciones de gentes protegidas y apoyadas por el Fiscal General”, puntualiza el abogado en entrevista con medios de comunicación de La Habana.
Y vuelve al tema del momento en La Habana y Miami. El pasado 16 de septiembre, recuerda, la jueza Joan Lenard, del Distrito Sur de la Florida, rechazó la moción presentada por René González en la que solicita que se le permita viajar a Cuba y residir aquí, en lugar de pasar la etapa de su “libertad supervisada” en territorio norteamericano.
Pero asegura que la moción que escribió la propia jueza, “no es definitiva”. René puede hacer su petición después, cuando salga de prisión el próximo 7 de octubre.JuBaCu.
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