sábado, 1 de julio de 2017

MeJorNada (Dos): La voracidad de gastar de los directivos de La Jornada: contrataciones por honorarios, gastos personales, comisiones, gastos por representación, bonos, salarios…


                                                


Juan Balboa
Desde hace 22 años varios socios fundadores del periódico -entre ellos algunos de los que integraron los primeros Consejos de Administración de la empresa Demos, Desarrollo de Medios, S. A. de C. V.- alertaban de la voracidad del gasto por parte de los directivos de todas las áreas del periódico y se exigía en las Asambleas anuales de los dueños del periódico una revisión exhaustiva de los gastos de operación del periódico, incluyendo contrataciones por honorarios, gastos personales, comisiones, gastos por representación, bonos,  , etc.
Y eran puntuales: Castigar la irresponsabilidad administrativa y la  indolencia de algunos directivos que no se detenían en hacer sangrías millonarias a la empresa que edita La Jornada.
Las alertas continuaron año con años sin que la dirección general, primero con Carlos Payán y después con Carmen Lira, tomará en cuenta las preocupaciones de los socios, la mayoría fundadores. Y tenían razón, la crisis que se veía venir por la voracidad y la ambición de poder era estructural y requería de medidas de corrección radicales –administrativas y de producción periodística- con el objetivo de aumentar el ingreso, pero sobre todo bajar los costos de producción.
Siguieron y siguieron las preocupaciones y demandas: “Nuestra empresa tiene pérdidas millonarias y ha tenido que recurrir a préstamos bancarios y al fondo de ahorro de los trabajadores, a quienes nunca se les pidió permiso sino fue tomado por unos meses sin el consentimiento de los propios trabajadores, algo que de tener un sindicato contrario a los objetivos editoriales y políticos de la empresa hubiese terminado en tribunales y en una triste exhibición pública”, se escuchaba en las Asambleas de socios.
Fue hasta después del 2002, aproximadamente, que una reportera de cultura e integrante del Consejo de Administración, Patricia Vega, hizo público documentos oficiales en donde conoceríamos públicamente la voracidad de muchos de los directivos, en particular de las secciones editoriales. Los primeros sorprendidos fuimos los socios fundadores, pues en los informes anuales del Consejo de Administración nunca nos informaba nada de lo que estábamos leyendo en la calle.
Fue un tremendo golpe que estábamos seguros se acabaría de tajo, pues pensábamos los socios que la dirección general, ya a cargo de Carmen Lira, pondría orden y castigaría con el despido a los directivos involucrados.
Cual fue nuestra sorpresa que hizo todo lo contrario: Dejó a los perversos, insaciables y corruptos directivos que continuaron acabando con las finanzas de La Jornada, hasta nuestros días (julio 2017).
En cambio, la directora general del periódico ordenó iniciar un proceso judicial contra Patricia Vega. La reportera de cultura ganó el pleito legal, pero no sólo eso, exigió una indemnización –reparación de daños a su persona- de dos millones de pesos, que Demos, Desarrollo de Medios, S. A. de C. V. desembolso para alegría de Patricia.
La documentación que Patricia Vega hizo público fue retomada por la revista etcétera, especializada en medios de comunicación.
Por la importancia que tiene, pues es una documentación que retrata de cuerpo perfectamente a los directivos que llevaron al fracaso las finanzas de La Jornada. Hoy lo publicamos íntegramente.
                           ¿Crisis en La Jornada?

Junto con El Universal, Reforma, Milenio Diario y La Crónica de Hoy, La Jornada es uno de los diarios importantes de México y precisamente por eso lo que sucede en ese medio es de interés público. Enseguida detallamos un informe de quien, hasta hace algunos meses, fuera secretaria técnica del Consejo de Administración de Demos, Desarrollo de Medios S.A. de C.V., editora del periódico La Jornada. El documento lo hizo Rosa Patricia Vega Salcedo, recientemente suspendida en el cargo y también despedida como reportera que fue del diario durante 18 años.
Ese es, lo tienen presente los editores de etcétera, un punto de vista sesgado y parcial de lo que sucede en aquella empresa, pero también es verosímil si hemos de opinar sobre los datos y las cifras que ella conoció cuando fue funcionaria de Demos y que, en este documento que reseñamos, pone de relieve con fechas y actas de sesiones en la mano. Naturalmente, solicitamos la opinión de los funcionarios mencionados por la señora Vega Salcedo, la directora de La Jornada, Carmen Lira Saade y Carlos Fernández-Vega García, presidente del Consejo de Administración de Demos, entre otros. No quisieron comentar al respecto en virtud de que "es política de la empresa no ventilar asuntos del Consejo de Administración".
Sostiene Vega Salcedo
Cuando fue secretaria técnica del Consejo de Administración de Demos, Desarrollo de Medios S.A. de C.V., editora del periódico La Jornada, Rosa Patricia Vega Salcedo dice haber conocido irregularidades administrativas y financieras que originaron una difícil situación económica a la empresa. La crisis es aún mayor porque además, según Vega Salcedo, de 1995 a 2002 el promedio diario de impresión de La Jornada disminuyó en 51.51% y la circulación vendida tuvo un declive de 54.72% (ver cuadro 1).
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Cuadro1






*Datos de enero-junio de 2002 que provienen de la propuesta de ajuste al presupuesto 2002 presentada por la Gerencia General en la sesión del Consejo de Administración celebrada el 30 de julio de 2002.
Nota de los editores de etcétera: El 13 de enero de 1994, es decir, durante los días de la insurrección del EZLN, por primera y única vez en la historia de ese periódico, se publicó un cintillo debajo de la portada en donde se lee: "este ejemplar consta de 164 mil ejemplares".
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Con la autoridad que el cargo le confería, Vega Salcedo comenzó a indagar para precisar las anomalías ante la Asamblea General de Accionistas. Sin embargo, ya no pudo continuar con ese trabajo porque, el 18 de octubre de 2002, el Consejo de Administración la suspendió de facto en sus funciones y, el 9 de diciembre, la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal le notificó su despido de la empresa para la que trabajó durante 18 años. Además de las infracciones a la normatividad interna de la empresa y a la violación de sus derechos laborales, Vega Salcedo señala que Demos vulneró su libertad de expresión al impedirle plantear su defensa en las instancias correspondientes y detallar las anomalías que, según ella, hay en la empresa.
Rosa Patricia Vega Salcedo todavía es socia de aquella empresa. El 28 de abril de 1999, en una Asamblea General Ordinaria, fue electa como secretaria técnica del Consejo de Administración para un periodo de dos años y vuelta a elegir, el 27 de abril en la misma instancia, para un segundo periodo de dos años que debió concluir el 22 de noviembre de 2003.
La jornada de un día difícil
El pasado 24 de febrero, Carlos Fernández-Vega García, presidente del Consejo de Administración de Demos, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V. que edita el diario La Jornada, firmó la convocatoria para la celebración de la asamblea general ordinaria de accionistas, que tendría verificativo el 20 de marzo en el hotel Royal Plaza de la ciudad de México. En el orden del día no se advierte que uno de los principales asuntos a discutir sería, como fue, el documento presentado por la accionista Rosa Patricia Vega Salcedo quien, como hemos dicho, fue suspendida en el cargo de secretaria técnica y luego despedida como trabajadora de ese periódico.
Para esa reunión, Vega Salcedo elaboró un documento de 61 cuartillas que dirigió a los comisarios de Demos, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V., David Márquez Ayala e Iván Restrepo con el objeto de exponer, con base en la Ley General de Sociedades Mercantiles, "los hechos que estimo irregulares en la administración de la empresa de la cual soy socia desde 1993" para que procedan de conformidad, Márquez y Restrepo, "con las obligaciones de que se encuentran investidos dentro del Consejo de Administración".
La suspensión
Rosa Patricia Vega Salcedo dice que el 18 de octubre de 2002, durante una sesión extraordinaria del Consejo de Administración, convocada por la directora general de La Jornada, Carmen Lira Saade, "fui suspendida de facto en el cargo para el que fui designada por la Asamblea General de Accionistas de la persona moral Demos". La decisión, sostiene Vega Salcedo, viola la Ley General de Sociedades Mercantiles en virtud de que ella resultó electa por la asamblea de accionistas y no por el Consejo de Administración, instancia que al suspenderla, finalmente, determinó su destitución.
Según los dichos de la ahora ex reportera de ese diario, en aquella reunión, Carmen Lira amagó con no volver a pararse en las sesiones del consejo si Vega Salcedo permanecía en el cargo y fue entonces cuando el Consejo le dio un voto de confianza a la señora Lira para que resolviera la situación de la señora Vega como empleada y luego aprobó la suspensión de la entonces secretaria técnica quien, en el documento aludido, dice haber solicitado "que se me permitiera responder, por escrito y de manera exhaustiva, a todas y cada una de las afirmaciones vertidas en mi contra, para que la Asamblea de Accionistas estuviera en posibilidad de tomar una decisión sobre mi actuación una vez escuchados los dos puntos de vista". La petición no le fue concedida.
El despido
En su texto, Vega Salcedo comenta que, "en el ánimo de resolver la situación en los mejores términos posibles, a cambio de mis renuncias voluntarias como trabajadora y al cargo de secretaria del Consejo de Administración acepté la propuesta de liquidación al 100 por ciento que me ofrecieron en la parte laboral, una compensación y una carta de reconocimiento en la que el Consejo agradecía mis servicios. Solicité también una carta de recomendación para pedir trabajo, el reconocimiento que se otorgó a los fundadores de La Jornada por 18 años de trabajo y solicité que se me permitiera presentar formalmente y por escrito mis observaciones al comisario David Márquez Ayala para que, después de analizar la situación, obrara de acuerdo con su criterio".
La negociación, sin embargo, fue interrumpida. La empresa pretendió pagarle 81 mil pesos cuando, en una primera propuesta, le había ofrecido 404,777.24 pesos. Vega Salcedo rechazó esa oferta y, en aquel documento, afirma que la empresa emplea varas distintas según la persona que se trate. Cita el ejemplo de Julio Hernández López quien fue liquidado al cien por ciento. "Su fecha de alta fue el 1ro. de julio de 1996 y su fecha de baja corresponde al 30 de abril del 2001 (...) Por cuatro años recibió $436,886.91. (Sin considerar que posteriormente fue recontratado bajo el régimen de honorarios profesionales, para cubrirle los 5 mil pesos que se le pagan por cada una de las columnas que publica cinco veces a la semana en La Jornada, bajo el título de Astillero)".
Desde el pasado 28 de octubre, a la ex funcionaria de Demos le fue impedido el acceso a las instalaciones de La Jornada y el 9 de diciembre la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal le notificó que la empresa rescindió la relación laboral sin ninguna responsabilidad para aquella empresa. Al respecto, Rosa Patricia Vega Salcedo sostiene lo siguiente en el ya dicho documento:
"De la manera en que se han ido desarrollando los acontecimientos, desprendo que se trata de frenar las investigaciones que venía haciendo sobre las diversas irregularidades administrativas que describo, de manera fundada, en el presente documento, así como el impedir que pudiera dar a conocer dichas irregularidades en las instancias correspondientes. Se trata, en suma, de un atentado a mi libertad de expresión y pensamiento, y a mi derecho a ejercer una sana crítica con el ánimo de que las situaciones descritas sean corregidas".
¿Nepotismo?
Rosa Patricia Vega Salcedo alude a prácticas administrativas que vulneran los principios que dieron origen a La Jornada:
"Si bien nuestros estatutos no sancionan o prohíben la contratación o el beneficio a familiares y/o amigos ­jamás se pensó que esa prohibición explícita llegase a ser necesaria­, lo que en un principio empezó como una serie de prestaciones a funcionarios y personal de base de la empresa, al no otorgarse de una manera generalizada se han convertido en una práctica (canonjías) que beneficia y privilegia a un grupo particular plenamente identificado por su cercanía con el cuerpo directivo y administrativo de la empresa. Así, La Jornada y sus filiales se han convertido en fuente de empleo y beneficio de familiares de diversos funcionarios."
Luego, Vega Salcedo detalla en varias personas con altos cargos directivos que son familiares de la señora Carmen Lira y de Jorge Martínez Jiménez, gerente general, y enseguida solicita que el Consejo de Administración investigue "si esa práctica ha ocasionado daño o perjuicio a Demos, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V., con motivo de presumiblemente privilegiar el parentesco y la amistad a la eficiencia y aptitud para desempeñar un trabajo, dejando en segundo lugar los intereses de la empresa.
Supuestos y presupuestos
Quien fuera secretaria técnica del Consejo de Administración afirma que el gerente general Jorge Martínez Jiménez hace continuos ajustes al presupuesto en función de no haberse logrado las metas programadas: "Lejos de asumir su responsabilidad es costumbre de la gerencia el atribuir el escaso logro de resultados a factores externos a La Jornada, la culpa es, siempre, de la crisis económica que aqueja al país. Más adelante cita las palabras de Martínez, expuestas el 30 de julio en una sesión del Consejo de Administración:
"En este contexto (de crisis económica del país) al mes de junio del presente año (2002) se tenía prevista una utilidad acumulada de $2.9 millones de pesos en el presupuesto aprobado. Sin embargo, se presentaron más complicaciones de las previstas y el resultado para el periodo enero-junio refleja una pérdida acumulada de $4.6 millones de pesos.
"Las causas fundamentales tienen su origen en la caída de los ingresos de la empresa, en donde la variación más importante es la disminución de los ingresos por venta de periódico, con un 13% por debajo de lo presupuestado."
Enseguida, Vega Salcedo pormenoriza en varios rubros donde los presupuestos de ingresos se ajustan a la baja como en la venta de publicidad virtual que, para el periodo señalado, se estimó en 6.3 millones de pesos y luego se ajusto a 2.1 millones, es decir, $4.2 millones (67%) menos que el presupuesto autorizado. En relación con la venta del periódico, Jiménez propuso ajustar, y el Consejo lo aprobó, "en un 13% ($11.5 millones), el presupuesto autorizado originalmente mismo que asciende a la cantidad de $86.4 millones de pesos, para quedar en $74.8 millones de pesos. Esa tendencia se expresa también, entre otros rubros como en el caso del subsidio de Demos a la Agencia de Servicios Integrales de la Comunicación, en la venta de libros, cds y periódicos atrasados.
Otros datos relevantes tienen que ver con las finanzas de La Jornada San Luis que presenta un resultado para el ejercicio 2001 de ingresos por 5.3 millones de pesos y egresos por 5.1 millones, con una utilidad neta de 234 mil 976 pesos, que se destinan a resultados acumulados. Sin embargo, dice Vega Salcedo, "esa pequeña ganancia se transformaría en pérdida si simplemente se cumpliera con el Acuerdo del Consejo de Administración que mandata liquidar los saldos intercompañías con el propósito de que las filiales dejen de ser una carga económica para Demos.
"Así, Desarrollo Regional de Medios, S.A. de C.V. tendría que haber liquidado sus adeudos por 2 millones 566 mil 300 pesos (...) situación cuya regularización solicité por escrito en los tres dictámenes que rendí como Comisaria de esa sociedad, el 9 de noviembre de 2000, el 19 de abril de 2001 y el 19 de abril de 2002, sin que mis peticiones fueran atendidas. Esa es la razón de fondo que me decidió a presentar mi renuncia al cargo de Comisaria el 12 de diciembre de 2002 (...)
"En efecto, se trata de una empresa que a cuatro años de creada continúa arrastrando el lastre de una sobreinversión en maquinaria: una rotativa para 20 mil ejemplares por hora que sólo tira mil 500 periódicos locales con un alto costo, según lo han destacado los Auditores Externos en sus informes respectivos."
Más adelante, Vega Salcedo pregunta:
"¿Por qué al director de La Jornada San Luis, Julio Hernández, no se le piden cuentas por los pobres resultados de la empresa que dirige y se toleran sus escasos logros? ¿Por qué se le liquida como trabajador y se le vuelve a contratar por honorarios?"
Tiraje, circulación y venta de La Jornada
En el documento referido, Rosa Patricia Vega Salcedo dice que "si hacemos un análisis del comportamiento histórico del tiraje de La Jornada, tenemos que de 1995 a 2002, el promedio diario de impresión ha disminuido en un 51.51% y la circulación vendida, en un 54.72% (...)". Luego dice que la baja del tiraje de La Jornada es un asunto que ya se ha empezado a "debatir públicamente" y recuerda la edición número 22 de etcétera en donde se publicó un informe de la Unión de Voceadores y Expendedores de Periódicos de México y que comprende datos del tiraje y la devolución de los diarios que se imprimen en el Distrito Federal y circulan a través de los puestos de periódicos y revistas. Según esa información, La Jornada tiene un tiraje en la ciudad de México de entre 40 y 35 mil ejemplares con una devolución promedio de 15% (ver cuadro 2).
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Cuadro 2
CIFRAS EXTRAÍDAS DE LOS INFORMES ANUALES DE LA EMPRESA DESARROLLO REGIONAL DE MEDIOS, S.A. DE C.V.
Ejercicio 1998 (dos meses)
El tiro total fue de 42 mil 374 ejemplares con un promedio diario por edición de 985 ejemplares. La venta total registró un monto de 11,287 ejemplares con un promedio diario de venta de 262 ejemplares. La devolución fue de 31,087 ejemplares (se incluye tanto los ejemplares devueltos como la merma), es decir, el 71.67% del tiro fue devuelto.
Ejercicio 1999
El tiro total fue de 595 mil 324 ejemplares con un promedio diario por edición de 1 mil 331 ejemplares. La venta total registró un monto de 119,798 ejemplares con un promedio diario de venta de 331 ejemplares. La devolución fue de 475,526 ejemplares (se incluye tanto los ejemplares devueltos, merma y cortesías), es decir, el 79.87% del tiro fue devuelto.
Ejercicio 2000
El tiro total fue de 495 mil 864 ejemplares con un promedio diario por edición de 1 mil 381 ejemplares. La venta total registró un monto de 139,304 ejemplares con un promedio diario de venta de 388 ejemplares. La devolución fue de 356,560 ejemplares (se incluye tanto los ejemplares devueltos, merma y cortesías), es decir, el 71.90% del tiro fue devuelto.
Ejercicio 2001
El tiro total fue de 470 mil 540 ejemplares con un promedio diario por edición de 1 mil 314 ejemplares. La venta total registró un monto de 103,776 ejemplares con un promedio diario de venta de 289 ejemplares. La devolución fue de 366,764 ejemplares (se incluye tanto los ejemplares devueltos, merma y cortesías), es decir, el 77.94% del tiro fue devuelto.
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Vega Salcedo dice que "se espera que el 2003 sea un 'buen año' para La Jornada y el pronóstico se basa en el hecho de que habrá mucha publicidad política debido a que es un año electoral. ¿No resulta cuestionable que el periódico esté a expensas de un factor externo, es decir, los mencionados ciclos políticos para obtener ganancias o nivelar pérdidas?". Más adelante, la autora del documento se pregunta "¿por qué la gente no se suscribe a La Jornada?": En 1997 La Jornada tenía siete mil 276 suscripciones, al año siguiente seis mil 820; en 1999, seis mil 868 y al año siguiente seis mil 611. En 2001 fueron seis mil 25 suscripciones.
"Faltaría todavía precisar", dice la señora Vega, si esas cifras incluyen el número de suscripciones que se entregan bajo el concepto de cortesías. El coordinador de Suscripciones y Reparto es José María Huete Muñoz, cuñado de la licenciada Carmen Lira. También tiene a su cargo la distribución y venta de los llamados objetos de mercadeo: camisetas, cachuchas, chamarras, tazas, plumas, mochilas, etc., con logotipo de La Jornada". "Llama la atención", comenta la ex funcionaria de Demos, "que por primera vez en la historia de La Jornada se tienen que recurrir a prácticas promocionales tan criticables como el despertar el interés de los lectores en la posibilidad de obtener un auto en un sorteo, en lugar de que la calidad de la información sobre la problemática nacional e internacional que se ofrece en las páginas de La Jornada sea motivación suficiente para que el lector se interese en suscribirse a este periódico".
Cuestionada política laboral
Luego, en el documento se recuerdan los dos movimientos de huelga registrados en abril de 1996, cuando por primera ocasión desde que fue fundado, el diario La Jornada no circuló y, el segundo, ocurrido en 1999, que fue solucionado a unas horas de haber estallado la huelga. Enseguida comenta que, en ese contexto el gerente general del periódico, Jorge Martínez, advirtió que la huelga estaba fuera de la ley y que, en consecuencia, las actividades del Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor) eran delictivas. Por eso, el Sitrajor resolvió registrarse formalmente ante las autoridades:
"La posición de los trabajadores no ha sido bien vista ni valorada por el cuerpo directivo y administrativo del diario. Con base en una supuesta carencia de recursos y que al amparo de la Ley Federal del Trabajo, existe el riesgo de que la empresa desconozca el Contrato Colectivo de Trabajo, pactado entre Demos y el Sitrajor (...)".
Vega Salcedo afirma que varios trabajadores se han ido a juicio por la política de despidos de La Jornada y que "trabajadores como Arturo Guerra, Frida Hartz, Humberto Ortiz y Antonio Alva Brito se han visto en la necesidad de aceptar el ofrecimiento económico que les ha hecho la empresa para dar por terminadas sus respectivas relaciones laborales (...) En este contexto resulta mucho más preocupante la política laboral que se está llevando a cabo en Imprenta de Medios, S.A. de C.V. (Imsa) y Distribuidora de Medios S.A. de C.V. (Dimos) filiales en las que se ha llegado al extremo de caer en prácticas antijurídicas que crean un clima de hostigamiento, por ejemplo la firma de renuncias en blanco al momento de ser contratados, abstenerse del pago de horas extras, abstenerse de pagar enfermedades profesionales y accidentes de trabajo y despidos injustificados. ¿En qué medida repercuten estos actos en Demos, cuya imagen podría verse afectada por ser socio mayoritario de Imsa y Dimos?".
Préstamos a directivos, compensaciones a directivos
En contraste, la política de compensaciones y prestaciones con los directivos del diario es muy generosa. Al respecto, Vega Salcedo escribe lo siguiente:
"En su informe al Consejo de Administración (30 de julio de 2002), el licenciado Martínez indica que 'se tiene al mes de junio, una plantilla de 358 personas, con un costo promedio mensual de $12 millones de pesos (incluye las prestaciones que se otorgan a los trabajadores)'.
"El análisis que tendría que hacerse es cuánto de esa nómina cuyo promedio mensual es de 12 millones de pesos, corresponde a los salarios, prestaciones y compensaciones que se otorga a los funcionarios de La Jornada comparativamente con el costo que tienen para la empresa los trabajadores de base, así se sabría con precisión cuáles son las verdaderas áreas y rubros en los que se requiere de ajustes en lugar de hablar de cifras globales que impiden un conocimiento específico."
Entre otros ejemplos que cita Vega Salcedo, está el que se refiere a "préstamos especiales":
"De acuerdo con la información presentada por la gerencia general, en la sesión del Consejo de Administración celebrada el 14 de marzo de 2002, bajo el rubro de documentos por cobrar se asienta:
"'Esta cuenta experimentó un crecimiento de $8 millones de pesos en relación con el saldo que se tenía al término del ejercicio anterior, este crecimiento está originado por una reclasificación que se hizo en el mes de julio, con motivo del cambio de catálogo de cuentas y representa el monto de los préstamos especiales otorgados por la empresa que se encuentran pendientes de recuperar al término del ejercicio 2001. Estos préstamos generan intereses para la empresa en una tasa de CETES más tres puntos a la fecha de otorgamiento de cada uno de ellos'". Enseguida, la ex secretaria técnica del Consejo de Administración advierte:
"Lo que en dicho informe no se detalla es que el saldo de dicha cuenta corresponde mayoritariamente ($5,890,572.61, es decir, un 74.63%) a préstamos a 4 funcionarios que empezaron a otorgarse en el ejercicio de 2001 y continuaron en el 2002". Según los datos de Vega Salcedo, entre la directora del periódico, Carmen Lira ($1,887,874.23) y el presidente del Consejo de Administración, Carlos Fernández-Vega ($1,000,000.00), el préstamo suma casi tres millones de pesos.
Los préstamos a esos funcionarios, asegura Vega Salcedo, se atenúan con una política de compensaciones que provocan la dilución de esos préstamos e incrementan los ingresos de tales funcionarios (ver cuadro 3) Finalmente, en este rubro, Vega alude a los gastos de administración y representación y dice que "deben ser prudentes y no contrastar con exageración en los rubros de alimentos, telefonía celular y viajes, por ejemplo, así como la asignación de tarjetas de crédito corporativas que deberán ser auditadas. En virtud de lo anterior, por este conducto, solicito a los señores comisarios revisar los gastos de la administración gerencial y que de la justificación que de éstos se presente sea coherente con una 'economía de guerra' como la que ha planteado el Consejo de Administración".
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Cuadro 3






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Otros supuestos y presupuestos
El documento finaliza con observaciones sobre anomalías en la "adquisición y adecuación del edificio ubicado en av. Cuauhtémoc 1236". Asegura que no ha cumplido con la finalidad de concentrar todas las oficinas de la empresa pues varias de ellas no se encuentran en el edificio; afirma también que en ese rubro se ha gastado más que lo presupuestado Luego se refiere al fracaso de La Jornada virtual, proyecto del que para vender publicidad por internet se comenzó a hablar el 6 de diciembre de 2000, como parte del presupuesto del año siguiente, en el cual se pretendían ingresos de 8.3 millones por ese concepto y que, en realidad, sólo fueron de 22% de esa cantidad, es decir, de 1.6 millones de pesos. Además, dice el texto, los contratos con la compañía Real Media no pasaron por el Consejo de Administración. (Según el impulsor de ese proyecto, Carlos Méndez Orozco, "ex cuñado de la sra. Licenciada Carmen Lira", "'Real Media sirve y administra la publicidad a los más importantes diarios del mundo, incluyendo Reforma y El Universal".)
Según Vega Salcedo, "en sesión del Consejo de Administración celebrada el 30 de julio de 2002, el licenciado (Jorge) Martínez realizó una propuesta de ajuste al presupuesto, entre ellos, el de la publicidad virtual:
"'Se tenían presupuestados ingresos por 6.3 millones de pesos. Debido al comportamiento del mercado se considera necesario realizar una modificación ajustando la meta final del ejercicio a $2.1 millones de pesos, $4.2 millones (67%) menos que el presupuesto autorizado'."
Si consideramos los gastos frente a los resultados obtenidos, pregunta Vega Salcedo, "¿dónde quedaron las ganancias prometidas'".
En la parte final del documento, la autora comenta la frustrada tentativa "La Jornada de bolsillo", que fue el proyecto de un diario vespertino que costaría un peso y que no pudo realizarse por errores de administración y finanzas que se detallan profusamente.
Dudas y aclaraciones
El documento continúa con varias peticiones de Rosa Patricia Vega Salcedo: que los comisarios investiguen las anomalías que ella asegura que existen y que, además, soliciten una auditoría externa, "realmente independiente de la gerencia general de Demos, para que puedan ofrecer un dictamen imparcial. Vega Salcedo se dice dispuesta "a ampliar la información o aclarar las dudas o abundar en detalles que el presente documento pudiera ocasionar".
al cierre
etcétera cerró esta edición el miércoles 26 de marzo, fecha límite para no arriesgar la puntualidad de su circulación. Durante un par de semanas hasta ese día, los editores solicitamos el parecer tanto de los funcionarios del Consejo de Administración como de los directivos de La Jornada sobre los planteamientos de Rosa Patricia Vega Salcedo. Optaron por no responder; Carmen Lira, la directora del diario, dijo que no acostumbra ventilar asuntos internos de la empresa del mismo modo que no lo hace con otros medios de comunicación. Iván Restrepo comentó que, durante la Asamblea General de Accionistas del 20 de marzo, él presentó su renuncia al cargo de comisario del Consejo de Administración. Preguntamos a todas las personas aludidas por Vega Salcedo y se abstuvieron de responder porque es "política de la empresa no hacer públicos sus asuntos".
Como hemos dicho, el 20 de marzo se llevó a cabo "la Asamblea General Ordinaria de Accionistas" de Demos, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V. La sesión fue intensa y la polémica, acendrada. Por un lado, hubo quienes optaron por indagar y resolver la serie de irregularidades que, aseguran, han puesto a la empresa en serios problemas. La otra postura no admitió la revisión de aquellas presumibles anomalías; sostuvo que hay una ofensiva contra la estabilidad del diario y propuso la "expulsión" de varios funcionarios del Consejo de Administración, la propuesta tuvo el cobijo de la Asamblea mediante los gritos de "fuera, fuera, fuera". Esta opinión la sostuvieron fundamentalmente la reportera Blanche Petrich, Pedro Aldana, jefe de la sección de deportes, y Bulmaro Castellanos, "Magú". Al final, tuvo éxito su postura: la Asamblea suspendió a funcionarios del más alto nivel: Carlos Fernández-Vega Martínez, hasta ese momento presidente del Consejo de Administración y a David Márquez Ayala, hasta entonces comisario de Demos, Desarrollo de Medios, S.A. de C.V. Como ya hemos dicho, ese día renunció el otro comisario, Iván Restrepo. La Asamblea nombró, "provisionalmente", a Soledad Loaeza como presidenta del Consejo de Administración. El miércoles 26, los editores de etcétera buscaron la opinión de la profesora Loaeza quien, por tener mucho trabajo en esos momentos, dijo que comentaría al respecto en "una mejor ocasión". También buscamos sin fortuna a Fernández-Vega Martínez y Márquez Ayala.
Marco Levario Turcott
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(Desplegado de Sitrajor
Ojalá el lector repare otra vez en el segmento de política laboral del documento de Vega Salcedo aquí reseñado. Es el contexto con el que puede entenderse el desplegado que, en la última página de la edición de La Jornada del 26 de marzo, publicó el Sindicato Independiente de La Jornada.)






1 comentario:

  1. Podrian cambiar el diseño del blog y poner fondo blanco? las letras negras sobre negro no se ve NADA!!

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