jueves, 31 de diciembre de 2015

¡Necesito un 2016 con mucho, pero Mucho Corazón!



                               
 
 

No conozco a una sola persona que no le ponga Mucho Corazón cada hora, cada día, cada semana, cada mes de cada año;  así lo viví y lo vi en todo el 2015: con Mucho Corazón, pero en el 2016 necesitamos: ¡Mucho, pero Mucho Corazón!
 
El Corazón es el motor de nuestro cuerpo, bombea la vida a través de nuestros caminos, nos impulsa al amor y nos hace transforma en el sexo; es el tic tac de nuestra mapa del vivir, pues no deja de latir como un reloj para que crucemos la frontera del 31 de diciembre de cada año; el Corazón es la luz de nuestras vidas; es en sí la frontera entre la vida y la muerte.

El Corazón no envejece, envejecemos nosotros. Cierto, los años no perdonan, los años pasan y todos pensamos que nos vamos poniendo viejos. No creo en la vejez, ignoro a la mujer u hombre que piensa en la vejez: es peor cuando piensa que ya está vieja o viejo porque termina un año, como hoy que muere el  2015 y nace el 2016.

A toda mi familia por donde caminen como arrieros en el mundo; a mis amigas, amigos  -¡¿y por qué no?!- a mis enemigos les deseo todo el bien, todo lo mejor del cielo y la tierra,  porque en esta vida muchos no saben si en el 2016 nacieron o murieron, ellas y ellos son los que no tienen un ¡Gran, Grande, Grandote Corazón!

                                      
                          
                                                                                   31 diciembre 2015.
Juan Balboa.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Muere el periodista jesuita Enrique Maza; fundador de Proceso




                                                               
Foto: Cuartoscuro
 
 
El admirado Enrique Maza, sacerdote jesuita, periodista y escritor falleció la noche del miércoles 23 de diciembre 2015.
Es el último de los cuatro grandes que fundaron la revista Proceso. Los otros tres, ya fallecidos, son Julio Scherer García, Vicente Leñero y Miguel Ángel Granados Chapa. Con la muerte de los cuatro grandes del periodismo mexicano del último medio siglo se va una parte de México y de América Latina.  
Soy uno de los afortunados de haber tratado con los cuatro. Con el maestro Miguel Ángel Granados Chapa trabajé en los primeros años de la vida del periódico La Jornada. Con don Julio Scherer García platicaba sobre la situación de Chiapas, la frontera sur, América Central y Cuba. Con el maestro Vicente Leñero converse algunas veces en la redacción de la revista. Mi relación con Enrique Maza fue principalmente a través del obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García.
La muerte de los cuatro grandes nos obliga a seguir su escuela periodística y cobijarnos con su bendición profesional (CVV).